domingo, 10 de febrero de 2013


En primera, bienvenidos a nuestro blog, en éste les venimos a presentar más que un trabajo una mirada a la llamada Puebla colonial, así como a algunos elementos arquitectónicos que visitamos. Los invitamos a que se den una vuelta por el blog y esperamos que sea de su agrado.
Equipo de trabajo: Rodrigo Sainz, D. Albert García, Francisco F. López y Francisco Ramírez.
Grupo: 3B.

Nuestro viaje empezó con nuestra primera parada, el Convento de Huejotzingo, una estructura de estilo característico plateresco, la cual se cree que fue ocupada en 1526, y que fue en sus principios, un asentamiento tlaxcalteca, hasta la llegada de grupos franciscanos. Después, nos dirigimos a la Iglesia de Santa María Tonantzintla, donde pudimos encontrar uno de los ejemplos  más representativos del barroco poblano; cubierto de figurillas hechas a base de barro y que nos daban la perfecta imagen de un sincretismo religioso. Tiempo después, nos dirigimos a la Biblioteca Palafoxiana; una obra de arte en sí, esta ya clausurada biblioteca, cuenta con alrededor de 46.000 libros, los cuales, 9 son inucables. Ya un poco cansados nos dirigimos al centro de Puebla, nos acercamos al Hotel Colonial a probar entre otra cosas, el delicioso mole poblano; como parte de una completa comida. Después, decidimos caminar un poco por las avenidas que daban al Zócalo; al llegar a éste encontramos la Catedral Metropolitana y, más adentro, la majestuosa Capilla del Rosario; cubierta de oro y más oro a su alrededor; una completa obra de arte por parte de los dominicos. Como última y extra parada, dimos una encantadora caminata por la “Calle de los dulces”, gastamos todo lo que teníamos encima en chocolates, “lagrimitas”, “Borrachitos envinados”, y cigarrillos de chocolate…Al finalizar volvimos al colegio, con ansias de regresar por dulces y de ver a nuestros padres tras un pesado pero complaciente día.

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