En primera,
bienvenidos a nuestro blog, en éste les venimos a presentar más que un trabajo
una mirada a la llamada Puebla colonial, así como a algunos elementos
arquitectónicos que visitamos. Los invitamos a que se den una vuelta por el
blog y esperamos que sea de su agrado.
Equipo de
trabajo: Rodrigo Sainz, D. Albert García, Francisco F. López y Francisco
Ramírez.
Grupo: 3B.
Nuestro viaje
empezó con nuestra primera parada, el Convento de Huejotzingo, una estructura
de estilo característico plateresco, la cual se cree que fue ocupada en 1526, y
que fue en sus principios, un asentamiento tlaxcalteca, hasta la llegada de
grupos franciscanos. Después, nos dirigimos a la Iglesia de Santa María
Tonantzintla, donde pudimos encontrar uno de los ejemplos más representativos
del barroco poblano; cubierto de figurillas hechas a base de barro y que nos
daban la perfecta imagen de un sincretismo religioso. Tiempo después, nos
dirigimos a la Biblioteca Palafoxiana; una obra de arte en sí, esta ya
clausurada biblioteca, cuenta con alrededor de 46.000 libros, los cuales, 9 son
inucables. Ya un poco cansados nos dirigimos al centro de Puebla, nos acercamos
al Hotel Colonial a probar entre otra cosas, el delicioso mole poblano; como
parte de una completa comida. Después, decidimos caminar un poco por las
avenidas que daban al Zócalo; al llegar a éste encontramos la Catedral
Metropolitana y, más adentro, la majestuosa Capilla del Rosario; cubierta de
oro y más oro a su alrededor; una completa obra de arte por parte de los dominicos.
Como última y extra parada, dimos una encantadora caminata por la “Calle de los
dulces”, gastamos todo lo que teníamos encima en chocolates, “lagrimitas”,
“Borrachitos envinados”, y cigarrillos de chocolate…Al finalizar volvimos al
colegio, con ansias de regresar por dulces y de ver a nuestros padres tras un
pesado pero complaciente día.
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